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Esclerosis múltiple

¿Como se diagnostica la Esclerosis Múltiple?


La evaluación de la sospecha de E.M. comienza con una historia clínica y un examen detallados. Se debe indagar específicamente sobre la posibilidad de ataques previos
con síntomas y evolución característicos de una desmielinización inflamatoria en el sistema nervioso central.

No hay hallazgos clínicos que sean exclusivos de la E.M, pero algunos son muy característicos de la enfermedad. Manifestaciones comunes incluyen pérdida sensorial en las extremidades o un lado de la cara, pérdida visual unilateral, debilidad motora aguda o subaguda, diplopía (visión doble), alteración de la marcha y problemas de equilibrio, signo de Lhermitte (sensaciones similares a descargas eléctricas que recorren la espalda y / o las extremidades al flexionar del cuello), vértigo, problemas de vejiga, ataxia (falta de control muscular o de coordinación de los movimientos voluntarios, como caminar o recoger objetos) de las extremidades.
Los síntomas y signos que se presentan pueden ser monosintomáticos (compatibles con una sola lesión) o polisintomáticos (compatibles con más de una lesión).
A menos que esté contraindicado, todos los pacientes evaluados para la EM deben tener al menos una resonancia magnética cerebral (IRM) sin y con contraste.

¿Qué se puede ver en la resonancia magnética?
La resonancia magnética (RM) es la prueba de elección para respaldar el
diagnóstico clínico de la E.M. Las lesiones focales de resonancia magnética que sugieren E.M. se encuentran
típicamente en áreas específicas de la sustancia blanca del sistema nervioso central, como las regiones Periventricular y yuxtacortical, el cuerpo calloso, las
regiones infratentoriales (particularmente la protuberancia y el cerebelo) y la médula espinal (preferentemente el segmento cervical). Las lesiones (placas) de la E.M. suelen tener un aspecto ovoide.
Los hallazgos típicos en la resonancia magnética cerebral en pacientes con E.M. incluyen lesiones hiperintensas de sustancia blanca en secuencias T2 (secuencia de
resonancia magnetica) en ubicaciones características (periventricular, cortical o yuxtacortical, infratentorial y médula espinal), es decir, en diferentes partes del sistema nervioso central (cerebro y médula).
Las lesiones activas realzan con la adición de gadolinio (contraste endovenoso), mientras que las lesiones más antiguas aparecen hipointensas en las secuencias
T1, los llamados «agujeros negros».

Otras pruebas auxiliares.
Una punción lumbar y el analisis de bandas oligoclonales no es un requisito para el diagnóstico de EM en pacientes con síntomas clásicos de E.M y apariencia de
resonancia magnética cerebral, pero puede usarse para ayudar a aumentar la confianza en el diagnóstico.
La evaluación cualitativa del LCR en busca de bandas de IgG oligoclonales es el estudio de LCR para ayudar a determinar un diagnóstico de E.M.
Las bandas oligoclonales se encuentran en hasta el 95 por ciento de los pacientes con E.M clínicamente definida. Representan clases de anticuerpos que se disponen
como bandas discretas al análisis en el laboratorio.

El requisito central del diagnóstico de E.M es la demostración objetiva de la diseminación de las lesiones del sistema nervioso central en ambos espacios (supra
y infratentorial) y en el tiempo (lesiones viejas “agujeros negros” y lesiones nuevas en actividad), basado en los hallazgos clínicos.

Nicolas Losco – Rocio Seijas